¿Acabas de llegar a Sevilla y tienes sólo un día para visitarla? Vamos a ayudarte un poco ya que cuentas con poco tiempo. Esta es nuestra recomendación:
Nuestro punto de partida va a ser la Plaza del Triunfo, pues en ella se encuentran reunidos varios de los más grandes monumentos de la ciudad: La Catedral, El Palacio de los Reales Alcázares y el Archivo de Indias. Podemos empezar por la Catedral, que sin duda es visita obligada, al ser la catedral gótica cristiana más grande del mundo y Patrimonio de la Humanidad.
Después no olvides pasar por la Giralda, antiguo minarete de la mezquita preexistente a la Catedral, pero cuya parte superior fue modificada en el siglo XVI con estilo renacentista. Podrás subir hasta el cuerpo de campanas si lo deseas a través de una rampa. La Giralda se diseñó de esta manera para que el Emir pudiese subir a caballo a decir su oración. Desde abajo parece muy grande la subida, pero no es para tanto, ¡atrévete! Las vistas merecen la pena. Hasta que se construyó el Puente del Alamillo en 1992 fue el punto más alto de la ciudad.
Justo enfrente de la Catedral tienes el Palacio de los Reales Alcázares, palacio musulmán del siglo X que ha sido y es residencia real desde que el rey Fernando III puso sus ojos en él. Este conjunto es una verdadera joya y la belleza de sus estancias y de sus jardines son algo que no puedes perderte.
Llegados a este punto mereces un descanso y algo de comer. Estás en el sitio adecuado pues junto al Alcázar se encuentra el Barrio de Santa Cruz, una zona que después tendrás tiempo de visitar y que cuenta con pequeños bares donde puedes ir a tapear.
Después de comer puedes pasear por el citado Barrio de Santa Cruz, antigua judería de Sevilla, de calles estrechas y de trazado intrincado perfectas para pasar las horas de más calor.
Nos dirigimos ahora hacia el Parque de María Luisa. Para ir hasta allí te recomendamos ir a la Avenida de la Constitución, para que en tu paseo puedas ver La Puerta de Jerez, el Palacio de San Telmo, el Hotel Alfonso XIII (de estilo regionalista), y la antigua Fábrica de Tabacos, actual Universidad de Sevilla.
El Parque de María Luisa recibe este nombre por María Luisa Fernanda de Borbón quien donó en 1893 este gran pulmón verde que antiguamente pertenecía al Palacio de San Telmo.
Aparte de por ser el parque más famoso de la ciudad con merecido honor, queremos que te dirijas hasta éste para que puedas visitar la Plaza de España y la Plaza de América (Museo Arqueológico y Museo de Artes y Costumbres), construidas con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929 y donde como en ningún otro lugar de la ciudad se plasma la arquitectura regionalista sevillana. Este es uno de nuestros lugares favoritos de la ciudad, donde si además vienes con niños puedes disfrutar dando de comer a las palomas, lo que es tradición ya en esta plaza.
Puedes abandonar el parque por la salida correspondiente a la Avenida Rodríguez de Caso, así una vez gires a la derecha verás el Costurero de la Reina, de arquitectura neomudejar.
Un paseo por el río a la caída de la tarde seguro que es muy agradable. Continúa andando por la margen del río y te encontrarás de nuevo con elPalacio de San Telmo, edificio del siglo XVII que alberga la presidencia de la Junta de Andalucía, poco antes de alcanzar la Torre del Oro, que recibe este nombre pues a ella llegaban los barcos con las mercancías traídas de América, entre ellas oro.
Un poco más adelante la Plaza de Toros de la Maestranza, del siglo XVIII, considerada la Plaza con mayor tradición taurina de España.
Más allá el Puente de Isabel II, conocido popularmente como Puente de Triana pues a través de él accedemos al popular Barrio de Triana. Este puente fue diseñado en el siglo XIX por un discípulo de Eiffel, sustituyendo al antiguo Puente de Barcas.
Al final del puente se encuentra el Castillo de San Jorge. Merece la pena echarle un vistazo pues en él se encontró el tribunal de la Santa Inquisición.
A la izquierda, la calle que acompaña al río y que ofrece unas maravillosas vistas del otro margen es la Calle Betis. Este es sin duda un buen sitio para cenar, muy popular entre los sevillanos. Recomendamos probar el “pescaito frito”.
Después de cenar se nos ocurren varias alternativas: bien realizar un tour guiado a pie, bien ir a un show de flamenco de los varios que ofrece la ciudad, o continuar la noche en la Calle Betis pues cuenta con un ambiente nocturno muy agradable.
Aquí tienes el recorrido:
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